Vértice Político: ¿Alguien le cree a Samuel?... pide reconciliación y olvidar rencillas
Sí nos dejáramos llevar por los resultados que nos dan las encuestas, viviríamos en un mundo irreal, frívolo y molesto. Esto es lo que pasa en Nuevo León donde los resultados dicen que el gobernador Samuel García tiene la aprobación del 70% de los ciudadanos y esto a su gobierno le da credibilidad.
Es decir, Samuel García cuenta con el apoyo de los neoloneses para seguir haciendo con el estado lo que quiere y con los recursos que tiene y puede pedir prestados, mucho más.
Sin embargo, las encuestas que le dan un 70% de aprobación no le han servido para realizar la conclusión de sus obras que inició y se hace difícil que el gobierno federal le envía para terminarlas y vemos muy difícil que lo consiga.
Lo que sí le ofrecen los porcentajes de aprobación de las encuestas es confianza, que de alguna u otra forma le sirven para continuar al frente del gobierno después de que se había dicho que su salida del gobierno de Nuevo León era inminente.
Y ahora que pronunció su mensaje del tercer año de gobierno dijo: “acepto muy humilde que hubo errores y tenemos que sacar adelante al estado por encima de los intereses individualistas ¿Qué Tal?, pero después de escucharlo … ¿habrá alguien que le crea?
Es posible, pero después hizo un llamado a la reconciliación y urgió a dejar a un lado las rencillas y pleitos banales para sacar adelante un nuevo presupuesto para el estado y esto sí que lo delata como un gobernante muy oportunista y convenenciero.
A los actores de la política les pidió ponerse de acuerdo por el bien del estado, dejar a un lado los intereses partidistas y colores y a los diputados locales buscar una reconciliación que tanto les demanda la sociedad.
A los alcaldes les dijo: cuenten con Samuel García para sus municipios “no importa el color, estamos gobernando para Nuevo León” pero ya veremos que dice de la petición de aumentar los presupuestos.
Finalmente, dijo que estaba a la mitad de su gobierno y “les pido que me ayuden, que cerremos filas”, pero él siempre ha sido el que hace pleito, quien no escucha, no cumple compromisos y por lo tanto es casi seguro que nadie le crea.
Como los avances que presentó en movilidad, salud y seguridad: la movilidad no existe, no hay medicinas en los hospitales y se tienen los más altos indicadores de inseguridad como ningún otro gobierno había tenido.
Así que Samuel lo que busca es salvarse y se nota que está preocupado porque lo único que le faltó es ponerse de rodillas y gritar: ¡perdónenme no lo vuelvo hacer!…
Es decir, Samuel García cuenta con el apoyo de los neoloneses para seguir haciendo con el estado lo que quiere y con los recursos que tiene y puede pedir prestados, mucho más.
Sin embargo, las encuestas que le dan un 70% de aprobación no le han servido para realizar la conclusión de sus obras que inició y se hace difícil que el gobierno federal le envía para terminarlas y vemos muy difícil que lo consiga.
Lo que sí le ofrecen los porcentajes de aprobación de las encuestas es confianza, que de alguna u otra forma le sirven para continuar al frente del gobierno después de que se había dicho que su salida del gobierno de Nuevo León era inminente.
Y ahora que pronunció su mensaje del tercer año de gobierno dijo: “acepto muy humilde que hubo errores y tenemos que sacar adelante al estado por encima de los intereses individualistas ¿Qué Tal?, pero después de escucharlo … ¿habrá alguien que le crea?
Es posible, pero después hizo un llamado a la reconciliación y urgió a dejar a un lado las rencillas y pleitos banales para sacar adelante un nuevo presupuesto para el estado y esto sí que lo delata como un gobernante muy oportunista y convenenciero.
A los actores de la política les pidió ponerse de acuerdo por el bien del estado, dejar a un lado los intereses partidistas y colores y a los diputados locales buscar una reconciliación que tanto les demanda la sociedad.
A los alcaldes les dijo: cuenten con Samuel García para sus municipios “no importa el color, estamos gobernando para Nuevo León” pero ya veremos que dice de la petición de aumentar los presupuestos.
Finalmente, dijo que estaba a la mitad de su gobierno y “les pido que me ayuden, que cerremos filas”, pero él siempre ha sido el que hace pleito, quien no escucha, no cumple compromisos y por lo tanto es casi seguro que nadie le crea.
Como los avances que presentó en movilidad, salud y seguridad: la movilidad no existe, no hay medicinas en los hospitales y se tienen los más altos indicadores de inseguridad como ningún otro gobierno había tenido.
Así que Samuel lo que busca es salvarse y se nota que está preocupado porque lo único que le faltó es ponerse de rodillas y gritar: ¡perdónenme no lo vuelvo hacer!…
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